domingo, 24 de enero de 2021

Still Star-Crossed, y así seguireis porque lo que habeis hecho... ¡No tiene perdón!

Tengo una máxima: la de no ser nunca cruel al opinar de ninguna de las historias que consumó, con independencia del formato en que estas lleguen a mí. Soy una adicta a la ficción, como buena soñadora, y sé que las personas que trabajamos creando fantasías para el entretenimiento del personal, ya seamos escritores,  actores, directores, o pertenezcamos a cualquier otra profesión, ponemos toda muestra ilusión y el corazón en esa realidad alternativa que recreamos para que los demás se evadan un ratito de sus problemas. Así que, oye, si luego resulta que nuestro trabajo no gusta, ya sea a un grupo amplio o reducido de personas... Pues mala suerte. Tampoco es para despellejarnos ni para ir de maestros poniéndonos notas (¿de verdad se puede endosar un número a un libro o una peli, con sus décimas y todo?) como si aún estuviéramos en el cole. Que aquí ninguno es catedrático de nada y lo único que poseemos es algo tan subjetivo como una opinión. 
Es por esto que me sabe muy mal escribir todo lo que voy a escribir a continuación 😖. Podía quedarme calladita; que lo he pensado, de hecho. Pero... necesito desahogo, lo siento 🙏. Esto que he visto... Me ha dejado alucinada. Así pues, espero no pecar de dura ni ser desagradable. Y vaya por delante mi respeto a todo el personal involucrado en este proyecto que hoy centra mi atención.
Tras ver Birdgerton, me llegó la recomendación de otra serie, también de Shonda Rhimes, que prometía envolverme de nuevo en un apasionado romance histórico.  Con un añadido que, para mí, la volvía irresistible: esta historia prometía (y cumple, en eso no engaña) ser la continuación de la de Romeo y Julieta.  
Por Dios, ¡¿CÓMO NO ME HABÍA ENTERADO YO DE QUE EXISTÍA ALGO ASÍ?! 😱 ¿Te he dicho ya que amo esta obra de Shakespeare? ¿Que no me pierdo ninguna versión que se haga de ella? Hasta la saciedad, ¿verdad? Pues eso, ¡que me hizo una ilusión tremenda enterarme de la existencia de esta serie! Y me lancé de cabeza a por ella. 
Al parecer, la obra parte de una novela homónima cuya portada te dejo aquí abajo, junto con la sinopsis.


 Romeo y Julieta ya están muertos, pero
 el odio entre los Capuleto y los Montesco no tiene fin... 

El príncipe Escalo decide que la única 
manera de traer la paz a las dos 
familias es casando a un Montesco
 con una Capuleto. Los elegidos son Benvolio
 y Rosalina. Ellos, a diferencia de sus primos, 
no están enamorados y quieren encontrar una
 solución sin llegar al altar. Pero la 
sangre vuelve a correr por las calles de Verona
 y los jóvenes deben descubrir quién es el 
responsable antes de que sea demasiado tarde... 
Benvolio, Rosalina y el príncipe se dan cuenta de 
que el camino hacia la paz puede ser una tortura y 
de que el verdadero amor puede destruirlo todo.


Vale, pues de esta premisa partimos. Ahora, vamos al lío. 
La serie comienza con la boda de Romeo y Julieta. Que es secreta porque, como todo el mundo sabe, la cosa entre las familias de ambos no estaba pa' festejos. Para que luego haya quien se queje porque su madre y su suegra no se llevan bien 😛.  Sin embargo, a ella acuden, en calidad de testigos, Benvolio, primo del novio, y Rosalind, fiel sierva de la novia. Hay que dejar claro que ninguno de los dos está a favor de la unión, como es normal. Vamos a ser razonables, que esto visto desde fuera es muy romántico, pero a los jovenzuelos les faltaban unas cuantas tazas de madurez y sentido común. Lo que ocurre es que digamos que al padrino y la madrina de este despropósito les puede la lealtad hacia el par de merluzos que están por contraer nupcias sin siquiera conocerse.
Vale, aquí hago un alto para señalar lo único bueno de esta historia: Romeo y Julieta hacen una pareja preciosa 🥰. Y el vestido de ella, con ese diseño tan romántico que la hace verse como una princesa Disney, me encantó. 
Sí, esta que acabo de hacer es una reflexión muy superficial y sin ningún peso o valor a la hora de juzgar la obra, estoy de acuerdo. Pero es que, o tiro de ella, o verdaderamente no saco nada bueno del visionado. Más allá de esta cuestión puramente estética... Es que no encontré ninguna otra cosa que se pueda salvar.  

Foto tomada del álbum de bodas de Romy y July.
¿A que son monérrimos? 🥰

Tras la boda, lo que se nos presenta es un rapidísimo recorrido para llegar al trágico final de estos dos enamorados, durante el cual Rosalind asumen el protagonismo. Cosa muy razonable ya que es, precisamente, eso: la protagonista de esta historia. La única novedad respecto al relato original es la que aporta la aparición del príncipe Escalo. Quien, tras la muerte de su padre, se ve en la obligación de asumir el control de una Verona que en realidad es Salamanca (aquí se rodó la serie) y que Capuletos y Montescos mantienen sumida en el caos. 
En este punto hago mención especial a esas peleas a espadazo limpio 🤦‍♀️. ¿Alguna vez has jugado a espadachines, cuando eras niño/a? Pues estos actores debían preferir los videojuegos o el fútbol, porque se les ve poco duchos en la escenificación del arte de la esgrima. ¡Ay, Dios mío! ¡Qué desastre!
En realidad,  todo en esta serie recuerda demasiado a una actuación de fin de curso. Ese es el punto. No digo que los actores, los guionistas, los escenógrafos... todos los que han tomado parte en la producción en modo alguno, sean malos profesionales. No; seguro que tienen potencial, pero deben trabajar aún bastante para desarrollar sus posibilidades. O, quizás, lo que pasa es que debieron tomarse más en serio este proyecto. Aquí falta esa magia que te predispone a creer la mentira de la ficción. 
Por otro lado también está todo el tema de los anacronismos históricos. Aunque ya he asumido que esto es un rasgo característico de las producciones de época de la señora Rhimes, por lo que creo que tenemos que estar preparados para ello cuando nos sentamos a verlas. 
Pero bueno, vamos a lo que nos interesa de verdad. Lo cual es, ni más ni menos, que este trío:

De izquierda a derecha tenemos al príncipe Escalo, 
Rosalind Capuleto y Benvolio Montesco

Dejando de lado el detalle de que el vestuario es horripilante (¿a ti esta foto no te parece sacada de un catálogo de disfraces?) a mí estos tres no me pegan en sus respectivos papeles ni con cola. Particularmente, Rosalind. No recuerdo haber tenido nunca tanto problema para asimilar a un actor en un personaje como para ver a esta señorita, cuyo nombre desgraciadamente desconozco, ejerciendo como la heroína del drama. Me ha sido imposible entender esas expresiones faciales tan exageradas y desencajadas que hacía. Las cuales, unidas a que el personaje sobre el papel tampoco resulta particularmente simpático... Pues no puedo decir que me haya caído en gracia la mujer, y así mal vamos. Era verla y enterarme unas ganas de gritarle:
¿Quieres hacer el favor de quitar esa cara asco, hija?
Vamos, ni Kristen Stewart interpretando a Bella en la saga Crepúsculo.
La tragedia que truncó la vida de Rosalind es la siguiente:
Tanto ella como su hermana,  Olivia, eran niñas de buena familia. Pero, a la muerte del padre de ambas, las chicas pasaron a vivir de la caridad de Lady Capuleto. Lo cual no quiere decir que esta las tenga en mucha estima, que digamos, pues aunque es su tía materna (no recuerdo muy bien si este era el parentesco, lo siento), envidia a la difunta madre de las muchachas porque se casó con el hombre que ella amaba. Según le echa en cara a la buena señora Rosalind, que no se deja venir una, le está bien empleado el mal de amores que sufre por ir tras el título de su actual marido. ¡Será harpía, la cazafortunas esta! 
Vamos  que, como están las cosas, ya te puedes imaginar la predisposición que siente nuestra aspirante a Julieta a casarse con el Montesco en representación de los Capuleto. Y, mira, la chica será lo que queramos, pero en esto la entiendo. No me prestaría yo a sacrificarme por quienes no me muestran afecto. 
Pero es que hay más, espérate. Ya te digo que esto es un culebrón. ¡¿Cómo es posible que no me haya gustado?!
Resulta que, para acabar de rizar el rizo, antes de que su familia cayera en desgracia, Rosalind tenía un enamorado que por las noches le recitaba palabras de amor a pie de balcón (debe ser costumbre entre los hombres de Verona). Y agárrate a la silla porque este es, ni más ni menos que... ¡¡¡El príncipe Escalo!!! 
Que suene de fondo una música dramática y bien culebronesca, por favor.
Y aquí acaba el primer capi de esta serie: con los amantes pillados por un Benvolio que los ve desde un balcón (¡Ay! Si los balcones de Verona hablaran...) rezumando una tensión sexual que despertaría la suspicacia del más inocente.
No tengo ni idea de qué sucede a continuación, porque aquí me he quedado y no sé si continúe (aunque todo apunta a que no) con la historia. De verdad que me sabe fatal lo que he escrito sobre ella, pero Still Star- Crossed es lo más parecido al despropósito que he visto en una pantalla. Entiendo que la serie se quedara en 7 capítulos y ya, mejor parar la cosa para no seguir sumando errores. Y es una pena, porque creo que, en realidad, el argumento tenía bastante potencial. Pero la ejecución del mismo quedó en una función de primero de teatro aficionado. No sé si esto existe, imagino que no; pero tú ya me entiendes. 
Still Star-Crossed podría traducirse como "seguimos maldecidos/malditos por las estrellas". Y, con este panorama, creo que es un título muy bien puesto. Posiblemente sea el mayor acierto de todo el proyecto. Aunque, antes de despedirme,  quiero recalcar que esto es solo una opinión personal y que seguro habrá mucha gente a quien le haya encantado. Así pues, si quieres darle una probadita al pastel, adelante. Nunca conocerás su verdadero sabor si no usas tu propia lengua para descubrirlo 😜.

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