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jueves, 2 de julio de 2020

Recomendando autoras: Luna Dueñas

Esta es una entrada que tengo pendiente casi desde los orígenes del blog. Fue por esa época cuando descubrí a Luna Dueñas. Sin embargo, en algún momento decidí no escribir reseñas y hasta borré el par de ellas que ya tenía publicadas por aquí. Mis melodramas y yo. 😛 La verdad es que no me siento cómoda juzgando el trabajo de mis compañeras. Estoy segura de que todas las "pegas" que puedo llegar a sacarle a una novela están también en las que firmo yo. Es por esto que no me siento con autoridad para ejercer de crítico literario. Sin embargo, hoy me voy a saltar la norma que me he autoimpuesto de guardarme mis opiniones (en publico, porque en privado y con mi círculo de confianza algún traje he cortado 😈) para hablarte de esta autora que, además de ser un encanto como persona, también tiene una pluma capaz de emocionar y trasladarnos a otros mundos. Y es que, cuando lo que se tiene que decir del trabajo de los demás es bueno, ¿por qué vamos a callarlo? ¿No te parece?

Como he dicho, hace unos años me topé, por pura casualidad, con esta novela. 



Lo primero que llamó mi atención (como suele pasar en estos casos) fue la portada, el título me pareció precioso y, después de leer la sinopsis, estuve segura de que había encontrado mi próxima lectura. A veces se producen flechazos, y el que tuve con Voy a encontrarte se transformó en un amor que aún hoy perdura. 
¡Qué novela taaaaan bonita!
La acción se centra en Sofía y Darío, dos niños que se conocen en el orfanato al que, por diferentes motivos, han ido a parar. Allí hacen la promesa de no separarse nunca. Promesa que no pueden cumplir, por supuesto, porque el permanecer juntos no está en sus manos y el destino ya ha decidido por ellos. La suerte es que este también tiene planeado dejar que se reencuentren, años después y ya convertidos en adultos. Entonces, Darío reconoce a Sofía al primer golpe de vista. A ella... le va a costar un poquito más identificar al niño, que la acompañaba durante sus noches en vela, en el guapo muchacho de ojos verdes que le crispa los nervios. 
La historia es preciosa, emotiva y súper romántica (¡tiene unos momentazos!). Es un melodrama clásico, pero eso no quiere decir que sea común. Si por algo me gusta la manera de escribir de Luna es porque es una autora que tiene voz propia. Su manera de narrar es muy personal y sabe imprimir su sello particular a cada historia que cuenta. Las suyas no son las típicas novelas románticas y es ahí, precisamente, donde reside su magia.
¿Como punto negativo? La actitud de Sofía, al principio, se me hizo un poquito desesperante. No entendía que culpara a Darío por haberla dejado ir cuando es obvio que él, siendo solo un huérfano y un niño pequeño, no podía hacer nada para evitar que se rompiera su promesa. 
Por lo demás, la disfruté de la primera a la última página. Tanto, que al acabarla corrí a buscar más libros de la autora. 

La segundo novela suya que leí, fue la primera que ella escribió. Al menos, la primera que publicó: Serás mi luz siempre. 




Un romance con tintes sobrenaturales (yo, que soy una miedosa, algún que otro sustillo me llevé, de esos que te hacen estar en la cama pendiente de cualquier ruido) en el que Lucía tendrá que decidir entre dos hermanos a cual más estupendo: ¿Alejandro o Miguel? ¡He ahí la cuestión! A mí me costó elegir, por momentos prefería a uno u otro. Aunque, conociendo lo que le gusta a Luna un amor reñido, pronto averigüe cuál de los dos se quedaría con la chica. 😉
Lucía se ve obligada a abandonar sus estudios en el conservatorio para comenzar a trabajar como asistenta en la casa de los De la Vega, la familia más adinerada del pueblo. La cual está envuelta por un halo de misterio bastante perturbador.  En cierto sentido, me recordaban a los Cullen de la saga Crepúsculo. Sobre todo, por el modo en que los ven sus vecinos. 
Los De la Vega acogen a la muchacha con los brazos abiertos. Tanto, que en muchos momentos le otorgan privilegios y consideraciones muy por encima de las que tienen con el resto del servicio. La propia Lucía llega a preguntarse por qué serán tan buenos con ella. Y yo, que soy una novelera, empecé a pensar que había algún secreto oculto que la unía a sus jefes. Pero no. Simplemente, Lucía es una chica encantadora que se gana el afecto de todos, llegando a tener una relación muy especial con la madre de Alejando y Miguel. Es por esto por lo que la familia la trata de un modo diferente y, la verdad, en algunos momentos encontré la relación un poco inverosímil. También temí que la pobre Lucía fuera a sufrir represalias muy chungas de parte de sus compañeras de trabajo. 😖 Debe quemar eso de estar sirviendo la cena y que a tu compi la inviten a sentarse, mientras a ti te toca seguir currando. 
Dejando este detalle de lado, esta historia también me gustó bastante. Es emocionante, mágica, aterradora por momentos. Y tiene una escena, casi al final del libro, de Lucía con el hermano elegido por su corazón, ambos bajo la lluvia... 💔😥

Con su tercer título esta autora me sorprendió, dando un giro al realismo que no me esperaba. 



La de Lara y Jojo es, por lo que he podido leer en entrevistas y artículos, una novela que se asienta en una historia real. Seguramente, por eso es mucho más personal e intimista que el resto de los trabajos de Luna. Aquí nos presenta a una protagonista que se siente estancada en su vida; una chica normal y corriente con la que es muy sencillo, no solo empatizar, sino llegar a sentirse identificada (esos momentos de Lara preparando currículos o siendo incapaz de escribir una línea de la novela que tiene en mente😥). Un bache del que comenzará a salir cuando conoce (o sería mejor decir que se reencuentra) con Jojo, un muchacho de carácter bohemio que desprende un buen rollo increíble. 
Confieso que este libro me genera sentimientos encontrados. Por un lado, considero que es un gran trabajo. Quizás, el mejor de esta escritora. Sin embargo, su lectura se me hizo complicada. Más de una vez hube de aparcarla porque sentía que me ahogaba con toda la carga de sentimientos que estaba experimentando Lara. Creo que porque eran los mismos que con los que también yo lidiaba en ese momento, y aún hoy intento capear. 
Una historia que se sale del estilo habitual de Luna. Hermosa, pero cruda. 
Por suerte, ahí están los compañeros de piso de la protagonista. Ellos, con sus caracteres tan opuestos, forman una pareja encantadora y divertida que aportan un toque fresco y ligero, equilibrando el tono de la narración. 

Lo último publicado (hasta la fecha) de esta escritora es una biología. 

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Como primer punto a resaltar de este trabajo tengo que decir que, pese a estar dividida en dos volúmenes, es una historia completa, coherente y con sentido. Personalmente, no soy muy fan de las sagas y series. Cuando una trama se extiende demasiado casi siempre termina perdiendo su esencia y hasta su razón de ser. A mí, por lo menos, así me lo parece. Pero, como he anticipado, esto no sucede con la biología Los días robados. Incluso me atrevería a decir que fue concebida como una única novela, y que se decidió dividirla en dos por su extensión. No hay en ella nada que sobre, que huela a relleno o que intente estirar la trama innecesariamente. 
Como segundo punto, la protagonista y yo somo tocayas. 😛 Ya sé que esto es una tontería, pero me hace mucha ilusión. Supongo que es un trauma que arrastro de la infancia. A ver si te crees que es fácil pasar media vida siendo "la niña del nombre raro". 
Adriana es una chica normal, cuya vida no sería muy diferente de la de cualquier estudiante universitaria de no ser porque pierde a su novio, Daniel. Esto la deja destrozada, ya que estaba completamente enamorada de él (las Adrianas, que nos pasamos de entregadas). Sin embargo, y aunque ni ella lo imagina, el enorme dolor que siente al haber perdido al que cree su gran amor no será lo peor a lo que tendrá que hacer frente. De la noche a la mañana, su vida se convierte en un caos. O, peor todavía, comenzará a descubrir que esta ha sido una gran mentira. Y, en medio del shock que esto supone, de los secretos por desvelar y los enemigos que la acechan demasiado cerca, aparece Ángel. 
Estas dos novelas, que ya digo que en realidad son una, supuso reencontrarme con la Luna Dueñas más Drama Queen. Lo que me encantó, ya que este es un género que me apasiona y que ella domina con maestría. En realidad, no tengo nada negativo que apuntar de esta historia. Si acaso, por sacar alguna pega, si se me hizo un poco larga hacia el final, pero tampoco en exceso. No me provocó esa sensación de desear que todo se resolviera de una vez para cerrar el libro. En realidad, me dio pena despedirme de Adriana, ya que desde el principio conecté mucho con ella. Creo que, de todas las protagonistas femeninas de Luna Dueñas, esta es con la que "mejor me he llevado".  Su historia es muy, muy intensa y está rodeada por una atmósfera de intriga y suspense que me tuvo trasnochando. Todo para leer un capítulo más y así poder descubrir que sucedía a continuación.

Hasta el momento, este es el currículo literario de Luna Dueñas; en espera de que en agosto publique un nuevo título. El cual seguro que leeré porque, como habrá quedado claro, me encanta. Para mí, es una de las mejores plumas que hay actualmente en la romántica escrita en español. Tiene sentimiento, un sello propio y una manera de entender el género que vuelve única su obra. Soy de las que creen que esto es lo más importante en un escritor, y en cualquier persona que realice una actividad artística o creativa: la personalidad. Por eso mismo, te recomiendo muchísimo leer a esta escritora. Te gustará o no, eso depende de las preferencias de cada uno. Pero lo que sí te puedo asegurar es que vas a encontrar algo diferente en sus historias. 

Por cierto, Luna también administra un blog dedicado al mundo de los doramas, el Kpop y en el que hace reseñas literarias. Si te gusta el mundo Hallyu tienes que pasarte por allí. A mí me ha sacado de dudas muchas veces sobre qué serie ver y cuál descartar definitivamente. 😉 Aquí abajo te dejo un enlace, por si quieres echar un vistazo a su contenido. 

viernes, 28 de septiembre de 2018

¿Vemos una peli?

Mi querida Berta se la pasa hablando de películas viejas y romanticonas, como ya sabréis los que halláis leído Es medianoche, Cenicienta. Así es ella, y me encanta. Disfruté muchísimo con esta faceta suya porque yo también soy una aficionada a este tipo de cine. De verdad que me encantan esas historias y echo mucho de menos la atmósfera dulce, un poco inocentona pero con bastante encanto, que no encuentro en el Hollywood del siglo XXI. Fue un gusto darle libertad a mi protagonista para expresar este rasgo de su carácter y, en particular, me encantó redactar esta parte. 

Siempre quise tener una gabardina. Desde que, a los trece años, vi a la bella Natalie Wood vistiéndola en una de las viejas películas que me ponía mi abuela, la gabardina se convirtió en mi prenda fetiche. En la cinta, Natalie abandona su pueblo natal, y a un esposo con la cara de Charles Bronson, para ir en busca de Robert Redford. Un abandono perfectamente comprensible. Seamos honestos a pesar de la crueldad del acto. Cuando, casi al final de la película, los enamorados se reencuentran en un parque de Nueva Orleans, Robert rodea la fuente que los separa para decirle:
Te he echado de menos. 
¿De verdad? preguntaba Natalie, pudorosa, como buena heroína de historia romántica. 
Entonces, con esa afectación que tienen los galanes del cine, y cuya intensidad es directamente proporcional a la antigüedad de la película, él afirmaba:
Tu ausencia se nota y se siente. 

Si dejamos de lado la obsesión que tiene Berta con las gabardinas, una prenda que a mí en particular nunca me ha gustado, me cuesta diferenciar dónde terminan las palabras de esta Cenicienta y empiezan las mías. O viceversa. 
La película de la que hablamos (las dos😜) y a la cual pertenece ese diálogo, es This Property Is Condemned (Propiedad condenada, en español). Una cinta de Sydney Pollack con guión de Francis Ford Coppola, escrito a partir de una breve obra de teatro de Tennessee Williams, que contó con un reparto de lujo. A pesar de todos estos ingredientes de primerisima calidad el filme fue un fracaso de taquilla en su estreno, allá a finales de los sesenta. Pero a mí, y está claro que también a Berta, me encantó desde la primera vez que la vi. Me recuerdo de niña encerrada en el dormitorio de mis padres el único que tenía tele en esas tardes invernales de domingo, cuando llovía demasiado para atreverse a salir de casa, viéndola. Lo hice tantas veces que me la sé de memoria.


Anda que no habré fantaseado con ser la soñadora Alva Starr (un papel en el que me veo perfectamente, por cierto), para que Owen  me dijese esas cosas que le decía a ella y estuviese dispuesto a llevarme con él al fin del mundo. 
Suspiros, suspiros y más suspiros 😍. Todavía hoy en día siento esta historia y a estos personajes de esa forma. Supongo que sigue siendo una de mis pelis favoritas. 
Por eso he pensado que, ahora que ya es oficialmente otoño y que los días se acortan, que regresamos a la rutina del trabajo o los estudios y los domingos vuelven a ser ese remanso de paz antes de lanzarnos de cabeza a la rutina, estaría bien venir con esta recomendación cinematográfica. Estoy segura de que esta historia de amores y odios, tan intensos unos como los otros, te hará pasar una buena tarde. Eso sí, siempre que no tengas un corazón demasiado sensible al drama. Y, en todo caso, no te olvides de dejar cerca la caja de pañuelos desechables. Te va a hacer falta. 

¡Buen finde!