sábado, 8 de febrero de 2020

Filibusteros, corsarios y bucaneros: la piratería en el siglo XXI

Confieso que siempre le he encontrado un punto bastante seductor a la profesión de pirata. Y no creo que sea solo porque he leído un montón de novelas románticas donde el héroe se dedicaba a surcar los mares a bordo de un navío coronado por una bandera con una cadavera y dos tibias cruzadas. No, Gaelen Foley y compañía no son responsables de mi punto de vista sobre este particular. En realidad, pienso que la figura del intrépido corsario es romántica por derecho propio. Porque así lo retrataron ya los primeros románticos. Aquellos que en el siglo XIX enarbolaron sus plumas contra las normas fijadas en la literatura para reivindicar la libertad creativa y el verdadero espíritu bohemio del arte. 
Cómo olvidar La canción del pirata por mencionar solo un ejemplo― de Espronceda:

Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela, 
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín.


De pequeña, me la sabía entera y mira que es laaaarga . Me la aprendí porque la profe de lengua y literatura prometió poner un positivo a quien fuera capaz de recitarla de memoria. Y claro, la niña repipi que fui no podía dejar pasar la oportunidad de ganar puntos. Si hago memoria, creo que todavía la tengo ahí, almacenada en mi disco duro.
Pero eso ahora no viene al caso. 
Hoy vengo a escribir sobre la piratería, pero la modernita. Esta que se ejerce en el siglo XXI. No sé por qué será, pero, como ocurre con casi todo hoy en día, siento que el rol del pirata también ha perdido esencia y, por descontado, ese halo romántico al que me refería al inicio― en esta centuria que estamos deshojando. Que la navegación se haga ahora en red, en este mar seco que es Internet, tiene mucho que ver, bajo mi modesto punto de vista. También es posible que el que me haya convertido en uno de esos barcos susceptibles de sufrir los abordajes influya en mi opinión. No; rectifico: la ha influido completamente. Quitemos el "puede" y cualquier otro vocablo que exprese duda. 
Honestamente, como autora, me fastidia mucho ver mi trabajo colgado por un tercero, al que no tengo el gusto de conocer, en una web de descarga gratuita. Supongo que sobra decir que, el susodicho, no se ha tomado la molestia de contactarme para pedirme permiso antes de usar mi obra. Sé que esto último que acabo de escribir es absurdo, ¿quién va a comunicarse con el autor de una novela para avisarle que piensa piratearlo? Pero, teniendo en cuenta que me he visto cara a cara con gente que me ha preguntado dónde puede encontrar mis libros para leerlos sin pagar sí, sí; esto pasa... pues tampoco veo tan inverosímil lo otro.
¡En esta vida ocurre cada cosa!
Hay muchísimo trabajo detrás de cada novela que sale al mercado, te lo aseguro. Puedo dar fe de ello aún sin haber preguntado a todos los autores de todos los títulos disponibles en la actualidad. Escribir es divertido y satisfactorio, es verdad. Pero también puede llegar a ser muy frustrarte. Es por eso que no me parece justa la desprotección que sufrimos los escritores.
Hay quien justifica la piratería bajo el lema de que, en Internet, todo debería ser gratis. Ok, me parece bien, yo respeto todas las formas de pensamiento. Creo que, en el fondo, en cada una de ellas hay un poso de verdad. Pero, a estos adalides de la liberalidad cibernética, los animo a comenzar por compartir gratuitamente con el mundo aquello que les pertenece. Ser generoso con lo que es de otro resulta demasiado fácil, ¿no?
Pero sé que esta es una lucha perdida. Por desgracia, no hay nada que se pueda hacer contra la violación constante de los derechos de autor. Así que, en realidad, no es este el tema que quiero abordar en esta entrada. A pesar de que he gastado más de la mitad de la misma con el asuntito. 
Es que me enciendo... Y ya no sé cuando parar😅.
De lo que quiero hablar hoy es de una forma de piratería que me resulta mucho más sucia que coger el libro de alguien y subirlo a cualquier portal de descargas. Una que ha florecido al abrigo de plataformas como Wattpad.

Pirata a punto de agenciarse la autoría de Romeo y Julieta para 🤔...
Bueno, ella sabrá qué es lo que quiere conseguir con eso.

Por si no lo conoces, te cuento que Wattpad es un lugar fabuloso. Una espacio para la creatividad en el que muchos escritores comparten sus historias de forma gratuita. Algo así como una red social que conecta a autores y lectores. El novelista va subiendo su trabajo poco a poco y los demás son libres de acceder a su contenido y comentarlo. 
Como digo, me parece una web estupenda y en ella hay autores de muchísima calidad. Pero, desafortunadamente, parece que también ahí se han ido formado asentamientos piratas.
Hace semanas me pasé por el Instagram de la escritora Clara Álbori y encontré una entrada en la que comentaba que una usuaria de Wattpad había cogido una de sus historias y la estaba subiendo haciéndola pasar por propia. Por pura empatía comprendo que, como escritor, pocas cosas hay que te puedan doler más que esto. 
Al parecer esta es una nueva forma de piratería a la que todas las escritoras pequeñas de nombre y fama, que no de talento― estamos expuestas. Y, la verdad, no lo comprendo. Quiero decir que no entiendo por qué alguien cogería el trabajo de otro y lo usaría de un modo que, para colmo, ni siquiera le reporta ningún beneficio económico.
He leído montones de historias que me habría encantado escribir, que han despertado en mí esa envidia sana que te arranca un:
¡Wow! Me lo habría pasado tan bien dándole forma a esto. 
Pero te aseguro que en ningún momento se me ha pasado por la cabeza aprovecharme del anonimato del autor/a de ese escrito para apropiármelo. No le veo sentido. 
Escribir es un acto puramente emocional. Primero, a tu cabeza llega una idea que te encanta. Debe ser así, porque sabes que vas a pasar mucho tiempo narrandola. Luego, cuando te sientas ante la hoja de papel o el ordenador, es cuando empiezas a crear un vinculo con tu trabajo. El entorno en el que sitúas la acción se vuelve un lugar familiar para ti y los personajes... Bueno, de ellos te enamoras. Así de sencillo. 
De este modo, cuando acabas, tienes sobre el papel algo muy tuyo. Algo que te ha hecho tan feliz como miserable durante el tiempo que has invertido en sacarlo adelante, y que estás deseando compartir con el mundo. Creo que, al final, este es el sentimiento que te define como escritor, porque es algo que nunca me ha pasado con una historia escrita por otro. Por mucho que me haya gustado, y aún siendo consciente de que muchas de ellas son infinitamente mejores de lo que yo seré capaz de hacer nunca, me falta ese vínculo.
Así que, sinceramente, no entiendo qué satisfacción puede encontrar nadie en que le comenten algo  que ni ha salido de su imaginación ni tiene forma gracias a sus propias palabras. De verdad que se me escapa el objetivo. 
Hablándolo con unos amigos, el otro día, me dijeron que hacer algo así responde a una cuestión de vanidad. Simple y llanamente. Pero, si esta es la verdadera razón para esta versión perezosa del plagio, yo sigo sin comprenderlo, porque mi ego no se inflaría diciendo que he escrito Orgullo y prejuicio ni leyendo las maravillosas críticas que le hagan a esa novela que... ¡no he trabajado yo! 
Para despedirme, y no seguir dando la tabarra, me gustaría quedarme con dos ideas:

  • Si te gusta escribir... ¡Escribe! Es duro, pero merece la pena. Y si no eres capaz de encontrar  el lado positivo de este trabajo, déjalo. No pasa nada por no ser escritor, hay mil maneras de disfrutar la literatura. Pero, por favor, respeta a quienes aportan su granito de arena para que tengas una buena variedad de títulos entre los que elegir tus lecturas. Si de verdad alguna vez has querido ser autor/a, seguro que entiendes lo importante que son nuestras obras para nosotros.😉
  • Por otro lado, si es verdad que hemos llegado al extremo de utilizar lo que otro ha escrito para ganar likes, comentarios y popularidad ―para mantener viva una red social, que al final todo se reduce a eso― es que la sociedad en la que nos movemos es mucho más vacía y absurda que la de cualquier clan primate. Y que me perdonen los primates por la comparación.

¡Hala!, pues ya está. Ya me he quedado a gusto 😜. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario