viernes, 2 de octubre de 2020

Portada y sinopsis de "Los amantes olvidados"

Me he pasado todo septiembre dando la brasa con Lana y Darío, mis chicos de Los amantes olvidados, mi nueva novela, por Instagram. Pero, por si no me sigues por allí... Bueno, a ver; espera un momento. Si no me sigues por ahí ya estás tardando en hacerlo. ¡A ver qué va a ser esto! Que es gratis, hombre. No te cuesta nada ya mí me ayudarás mucho. Ya sabes lo que decimos los artistas: 《no necesito más talento, sino más likes》😛. 
Esto es una sobrada, tienes toda la razón. Pero, ¿sabes qué te digo? Llevo toda la vida pecando de humilde y no me ha ido bien. Voy a cambiar la táctica,  a ver qué tal🤷‍♀️.
En fin, a lo que iba, que no me quito la manía de enrollarme como una persiana. Vengo (como ya habrás leído en el título de la entrada) a dejar por aquí la portada y sinopsis de Los amantes olvidados
Espero que le des una oportunidad a Lana y Darío para que te cuenten su historia 🤗.


Sinopsis: Lana y Darío no estaban destinados a encontrase. Nunca, en ningún lugar y sin importar cuáles fueran las circunstancias; ellos jamás deberían haber coincidido. Sin embargo, una falla en el engranaje del universo los colocó frente a frente. 
En realidad, no fue el universo, sino el coche en el que viajaba Darío, lo que sufrió una avería. Pero tanto da. El caso es que lo que no estaba escrito en las estrellas que pasara, pasó. Y, aunque en un principio ninguno de los dos lo hubiera imaginado (y aún después de ese primer momento ambos se sigan revolviendo contra ello), una atracción irresistible se empeña en atarlos. Impidiéndoles deshacer la casualidad de un encuentro fortuito.
Dos clases sociales contrapuestas, una nación al borde el colapso y, en medio de este panorama nada propicio, dos jóvenes enfuetan su primer y último amor. Pero, cuando el ADN de este sentimiento está marcado por la tragedia, ¿podrán los amantes sobreponerse a la adversidad para convertirse en una de las muchas parejas que han vivido felices y olvidados por la historia? O, por el contrario, ¿estarán condenados a la inmortalidad que gozan los que mueren por amor?

viernes, 25 de septiembre de 2020

La luna se despierta (poema)

 La luna se despierta
cuando la luz brilla en el este
y en el cielo otro astro
de su lugar la aparta.

Cuando al amanecer
los miedos se disipan 
y quienes buscaban su amparo 
se envalentonan y la olvidan.

Entonces, la luna se despierta;
toma consciencia de que
no hace falta y, allá en el azul,
se empequeñece y se vuelve nada. 


YO SOY LA LUNA

viernes, 11 de septiembre de 2020

Si quieres ser escritor debes...

El otro día, haciendo limpieza en los cajones de la cómoda que tengo en el dormitorio, encontré un cuaderno la mar de cute; rosita, de Hello Kitty. Muy mi estilo, vamos. 😋Lo raro es que ni me acordaba de que tengo semejante monería. Así que lo abrí, con la misma sensación que tendría al husmear entre las cosas de un extraño, y, al ojearlo, descubrí páginas y páginas llenas de apuntes de uno de esos cursos de escritura creativa a los que he asistido como alumna. 
¡Ay! ¡Aquellos tiempos! Qué romántica y qué bohemia me sentía. Y qué poquita cosa necesitaba para montarme mi película y ser feliz dentro de ella. 
En fin, si me permites, voy a hacer a un lado el modo abuela cebolleta que acaba de caerme encima: ¡Hala, señora! Váyase usted a sentar en el sofá, o donde quiera, que aquí tenemos cosas que hacer. 
¡Ea! Pues ya está; podemos seguir con lo nuestro.
Como te decía, el cuaderno estaba lleno de anotaciones sobre técnicas de escrituras. De todas ellas, mis ojos se detuvieron en un apartado remarcado con subrayador amarillo fosforito (difícil no reparar en ella) que gritaba con letra grande y mayúscula: CONSEJOS DE ESCRITURA. Y me dije:
-¡uy! Pues mira que bueno es esto para escribir una entrada en el blog. 
Conversaciones de estas que me gusta tener conmigo misma, ya sabes. 
Me voy a permitir cambiar el encabezado por el título de esta entrada para compartir esos tips contigo, y con todo el que sienta el escozor de una historia quemándole las yemas de los dedos; incitándolo/a a ponerla en palabras. Son pequeños detalles, pero vale la pena tenerlos muy en cuenta. Como suele ocurrir con la mayoría de las cosas pequeñas. 
Así que empezamos con la master class. 😎😉


Si quieres ser escritor debes...

  • Aburrirte: Aunque te parezca una manera un poco bestia de empezar en realidad el consejo tiene su miga. Muchas veces, del aburrimiento surgen las mejores ideas. De modo que no tengas miedo a esos "vacíos temporales" en los que no sabes qué hacer para que las manecillas del reloj se muevan un poquito. No desesperes. Primero que nada, comprueba que la pila no se haya gastado. Tras asegurarte de que la maquinaria sigue en funcionamiento, dale a la cabeza y montante una superproducción de Holliwood ahí dentro. Es lo mejor para matar el rato, y el primer paso para desarrollar la trama de tu posible novela.

  • Buscar estímulos: Si las ideas no vienen por sí solas, sal a su encuentro. Empápate de canciones, relee escenas de libros que te hayan marcado de algún modo, trata de averiguar qué motivó a un determinado autor a escribir ese poema que tanto te gusta o busca un final alternativo a la peli que viste el otro día y que te pareció un bluf. En definitiva, sumérgete de cabeza en cualquier cosa que estimule tu imaginación. 

  • Ser diferente: es mucho más importante que ser original. Seamos sinceros, a estas alturas de la vida ya todo está inventado. Es muy difícil (jamás imposible, pero sí tremendamente complicado) que des con un tema que ningún otro autor haya tratado antes. De manera  que olvídate de grandes gestas y limítate a ser simplemente tú. Marca tu estilo, no imites a nadie. Ese autor que tanto te gusta ya existe, no necesitamos otro. Pero siempre viene bien tener a gente nueva capaz de aportar lo más importante que puede tener cualquier persona que pretenda desarrollar una actividad creativa: personalidad. 

  • Arriesgar: pero lo escrito más arriba no quiere decir que te acojas a un patrón y no salgas de él. De eso nada, ¿qué sería de la escritura sin el placer de experimentar? No te cortes a la hora de asumir planteamientos creativos que nos muevan a lo nuevo, aunque se aparten de las normas literarias establecidas dentro de un determinado género. Da igual si tropezamos, lo importante es contar lo que deseas contar del modo que crees que debe ser contado. 

  • Tener fuerza de voluntad: El tesón pule tu forma de escribir. De modo que no des por perdido el tiempo que inviertes en hacerlo. Aunque al final consideres que es mejor desechar el texto en el que llevas dos meses trabajando siempre te habrá servido para mejorar tu estilo. Esto lo he comprobado de primera mano. ¡Ay!, Cielo de Bangkok, si te pillara ahora por banda qué puesta a punto te iba a hacer. 

  • Ser coherente: no te engañes a ti mismo, ni intentes engañar al lector. Ya hemos mencionado lo importante que es para un escritor tener personalidad, así que no la escondas. Se honesto con lo que cuentas, cree en ello y defiéndelo. En definitiva, no te prostituyas; no intentes quedar bien con Dios y con el diablo. La parte de ti que quede reflejada en el texto debe ser auténtica. 

  • Tener autoexigencia: duele (¡vaya si duele!) desechar esos tres capítulos en los has estado trabajando todo un mes. E incluso esa página que te ha tenido liado/a toda la tarde. Pero, si hay que hacerlo, pues hay que hacerlo y ya está. Elimina todo aquello que consideremos que no tiene el nivel necesario, o no cumple las expectativas del trabajo que nos hemos propuesto sacar adelante. 

  • Formarte: Lee continuamente y no dejes de aprender sobre el oficio. Asiste a cursos, charlas... Créeme, jamás sabrás suficiente sobre escritura. Aun cuando te parezca que el conferenciante de turno no esta aportando nada diferente a lo que ya sabes; aunque creas que todo este rollo de pautas, organización del trabajo y demás no te sirven para nada, aprende de todos los recursos que tengas a tu alcance. Otra cosa es que luego decidas no usarlos, pero que nadie diga que no conoces los entresijos de tu trabajo en profundidad. 

  • Forjar tu orgullo: Que no tu vanidad, no confundamos términos. Eres escritor, deberías conocer bien la diferencia entre uno y otra. 😉 Pocas cosas caen tan mal como una persona petulante o en exceso pagada de si mismo/a. Escribir no te hace mejor que los demás, no creas que tienes algún tipo de superioridad moral o intelectual reservada para unos pocos. Pero también ten presente que lo que haces no es fácil, ni puede hacerlo todo el mundo (cómo odio esa frase de 《yo también podría escribir. ¡Mi novio dice que tengo una imaginación!》. Pues inténtalo, guapa, inténtalo; a ver qué te sale).  Valora y da valor a tu trabajo. No serás el mejor novelista del mundo, pero eres novelista. 

  • No perder nunca la humildad: esto es un poco resumen de los dos últimos puntos. Un recordatorio de que estamos en constante proceso de aprendizaje, por mucho éxito que podamos llegar a tener. 

Y hasta aquí hemos llegado. Estos son los consejos que me dio la siempre adorable Hello Kitty cuando abrí su libreta. 😆 Ya ves, para que luego digan que es una gata bobalicona. Espero que te sirvan de ayuda si estás interesado/a en dedicarte a la escritura. Y, si no, pues que por lo menos hayas echado un ratito entretenido. 

martes, 1 de septiembre de 2020

Iniciando nueva temporada

Prometí regresar el uno de septiembre, y aquí estoy. Se me podrá culpar de mil cosas, menos de no ser una mujer de palabra. 😉Aunque, bueno; cumplidora, lo que se dice cumplidora... pues depende con qué. No me voy a colgar medallas inmerecida. 


Si te soy honesta, de esos planes que comenté al anunciar el cierre del blog durante el mes de agosto... Me vendría muy bien poder usar aquí los emojis de las cacas del WhatsApp, para expresar gráficamente que ha sido de ellos. 
¿Te acuerdas de esa novela que me aposté con una amiga que podía acabar en un mes? Vale, pues llegados a este punto ya puedo decir, oficialmente, que me toca pagar una cena. 🤦‍♀️ No me he acercado al ordenador ni para quitarle el polvo. Aunque tampoco he pecado de gandula, ¿eh? He estado escribiendo poesía a cascoporro (expresión a la altura de la labor literaria que he estado realizando, para no desentonar 😛). Algo de lo que he dado buena cuenta en Instagram.
Sí, ya ves; yo, que me abrí cuenta allí solo por cumplir con la obligación de tener una red social que los tiempos modernos imponen a los escritores, estas últimas semanas me he hecho asidua al lugar del que tanto he renegado. Hasta he colgado fotos personales, mostrando la cara. Algo que decidí no volver a hacer. 
Tranqui, ni yo misma me entiendo. No te culpes si tú tampoco puedes hacerlo. 
Hasta he pensado saltarme lo del mes de vacaciones del blog y retomar la rutina de publicaciones por aquí. Total, si no he escrito una página, y he andado perdiendo el tiempo dándomelas de influenciar de tercera regional, ¿pa' qué tener esto parado? Pero es que, ya que me había despedido, me parecía feo regresar antes de tiempo, la verdad. Vamos, que si no me he pasado por aquí hasta hoy ha sido por vergüenza, no por otra cosa. 😛
Pero también tengo buenas noticias en medio de este despropósito de mes que he tenido. Lo que sí he cumplido, de la lista de objetivos que me propuse acometer durante el ya extinto agosto, ha sido terminar de corregir Los amantes olvidados. La historia de Lana y Darío está lista para su publicación. La cual será entre finales de septiembre y comienzos de octubre. No tengo aún  fecha exacta porque todavía debo consultarlo con don Amazon, a ver para cuando me da el visto bueno. Pero, en cuanto lo sepa de cierto, por supuesto que lo anunciaré por aquí.
¿Qué? ¿A que te acabo de alegrar el día y hasta la semana? Seguro que ya no podías vivir esperando lo nuevo de Adriana Andivia. 😜
En fin, una vez comunicado el orden actual de mi desastrosa carrera literaria, paso a decir que desde hoy el blog retoma su dinámica habitual. Andaré por aquí, semanalmente, para contarte mis ideas de olla o dármelas de poeta, según me pille el cuerpo. Así que ya sabes, pásate y echamos un ratito charlando. ¿Te apetece? 

sábado, 1 de agosto de 2020

Cerrado por vacaciones. ¿Nos vemos en septiembre?

Desde el día en que comencé a escribir en este blog jamás me he tomado unas vacaciones de él. He estado por aquí en verano, Navidad y hasta mi cumpleaños; siempre intentando darle contenido y mantenerlo activo. No he sentido la necesidad de aparcarlo porque me encanta escribir. Así que, aún cuando me he sentido saturada de la novela que en ese momento tuviese entre manos, y necesitara desesperadamente aparcarla, el blog quedaba a parte de ese respiro porque sentarme aquí, a hablar contigo, me ayuda a desconectar y a cambiar de aires literarios. 
Sin embargo, este mes de agosto me voy a ausentar, por primera vez, de la que es mi casa en Internet. Pero tranqui, que no me siento mal ni ando enredada en uno de esos melodramas que tanto me gusta montarme. De hecho, estoy bastante bien a nivel anímico. Es solo que tengo una sobredosis de trabajo; ando preparando la novela de Lana y Darío, que me gustaría tener lista para el último trimestre de este año, y he aceptado el reto que me ha propuesto una amiga para terminar otra novela antes de septiembre (¿por qué no sabré reconocer cuándo es mejor retirarse que empeñarse en una cabezonería?🤦‍♀️). Quiero pasar los próximos treinta días centrada en estos proyectos y, por lo mismo, he decidido aparcar el blog, ya que no voy a poder dedicarme a él como me gusta hacerlo. 
Así que echo el cierre. Pero el 1 de septiembre, sin falta, prometo estar de vuelta por este riconcito de Internet que tan mío siento y en el que estoy tan a gusto. 
¿Qué dices? ¿Me esperas hasta entonces? 😉